Ayudando a través de la escucha activa. Tercera parte: desmontando las barreras de la comunicación.

Ser empático es ver el mundo a través de los ojos del otro y no ver nuestro mundo reflejado en sus ojos.

Carl Rogers

Según el esquema de Jackobson, entre lo que el emisor quiere decir a lo que el receptor entiende, existen una serie de barreras u obstáculos que pueden distorsionar la comunicación:

1.- Entre lo que realmente siente el emisor y de la parte que es consciente de lo que siente y piensa.

2.- Desde lo que realmente que piensa y siente a lo que se atreve a verbalizar.

3.- Entre lo que se atreve a verbalizar a la forma en que lo hace, pueden existir distorsiones debido a la falta de un lenguaje preciso que pueda traducirlo a un vocabulario comprensible para el emisor.

4.- De lo que finalmente comunica el emisor a lo que realmente oye el receptor pueden existir barreras físicas (ruidos de fondo, etc.) que pueden entorpecer.

5.- Entre lo que oye el receptor y lo que escucha, existen considerables riesgos de deterioro, debido a nuestros ya comentados, malos hábitos de escucha: falta de atención por preocupaciones ajenas, falta de interés, etc. O bien, porque con los primeros indicios aportados por el emisor, ya creemos saber lo que nos va a decir y adelantamos nuestra respuesta.

6.- También se produce una barrera entre lo que creemos comprender y lo que aceptamos. Esta barrera, como en el primer caso, no siempre es totalmente consciente y es activada por prejuicios (neofobia, temor a que algo no encaje en nuestras estructuras de comprensión y en nuestro modelo de ideas y valores), estereotipos, etc.

Por lo tanto, en este camino, puede distorsionarse sensiblemente el mensaje.

¿Cómo evitar esta distorsión y los malentendidos que pueden ocasionar.

Una forma sencilla es recurrir al reflejo: devolver a la persona que está hablando lo que vamos entendido que dice. La devolución de su mensaje tal y como lo estoy entendiendo, con el propósito de verificarlo, respetando que el autor del tenga la última palabra y la máxima autoridad sobre su mensaje. Es el único que sabe lo que siente.

¿Qué reflejar? Lo último que ha dicho, unirse a la persona allí donde está. En sentido de adelante para atrás.

Para hacer el reflejo, la única preocupación que debemos tener es entender al otro.

Escuchar no significa seguir la corriente. Se trata de contactar con la vivencia de la persona.

“Mi jefe es un tirano”

“O sea que tu jefe es un tirano” . O bien:

“O sea, que no te gusta tu jefe”.

Siempre es mejor reflejar la vivencia (frustración, rabia,…) que el contenido del mensaje.

“Te sientes tratado de forma tiránica por tu jefe”.

La escucha es dejar a la persona que vaya desarrollando sus propios presupuestos. A través de la escucha activa invitamos a que el otro se explaye. ¿Qué me intenta comunicar en este momento?