La sociedad actual, plantea un mundo plagado de oportunidades. pero al mismo tiempo, dinámico, en constante cambio, que exige una puesta al día de conocimientos y competencias, constante y permanente. Las profesiones y puestos de trabajo adquieren mayores complejidades y exigencias. El desarrollo de estas profesiones puede ser tremendamente enriquecedor, no sólo en términos personales y profesionales, pero puede exigirnos también requerimientos que afecten a nuestra vida personal, a nuestros hábitos y forma de vida y que exijan el despliegue de unos valores y actitudes que pueden ir en consonancia o no con nuestra forma de ser, pensar y sentir.

La complejidad y magnitud de la cualificación que requieren las dedicaciones a determinados ejercicios profesionales lleva a que no siempre psea fácil incluso posible desandar el camino que hemos descubierto erróneo para retomar otro que hemos descubierto más consonante con nosotros. Se hace necesario tomar decisiones adecuadas en cada momento de nuestra vida académica y laboral.